En San Esteban de Pravia encontramos un lugar tranquilo, con historias que contar y buenos restaurantes. San Esteban es poco conocido. Dejó de serlo cuando se hundió la siderurgia, cuando el carbón perdió la partida con otras materias primas. San Esteban era una urbe de primer orden. Aquí llegó la segunda línea de ferrocarril de España, con el cometido impepinable de llevar el carbón desde las Cuencas Mineras hasta un puerto fiable, libre de temporales. Ese carbón era esencial para nutrir los altos hornos del País Vasco.