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La zona negra

A finales de los ochenta comenzaban a abrir en Madrid las primeras franquicias de McDonalds. Los chavales de aquella época recibíamos aquello algo deslumbrados ante la posibilidad de saborear el american way of life que veíamos en las películas. Los yanquis exportaban su cotidianeidad a todo el mundo a través del cine y lo convertían en un producto de mercado que deseábamos consumir para parecernos al protagonista de una peli.

Queríamos pedir hamburguesas, patatas fritas y cocacolas enormes cargadas de hielo (eso era muy, muy americano) y llevárnoslo todo en una bolsa de papel, crujiente, arramblando con el máximo de sobrecitos de kétchup y mayonesa. Éramos fácilmente seducibles. >>seguir leyendo

Con ganas de Norte. Arriondas

Aunque este es un viaje para explorar el futuro no deja de acecharme el pasado. Asturias tantas veces visitada. Asturias en la infancia era Miajo y con ello se abre el frasco de la esencias. Miajo era el mejor amigo de mi padre. Con Miajo viajó aquí y allá y puede que ese fuese el germen de mis viajes con amigos del alma.

Miajo evoca Arriondas, donde a él, a García-Dory, le dedicaron una plaza en homenaje al ecologista pionero, al defensor de la naturaleza, de tradiciones como la rapa das bestas. Miajo evoca el campo, Paroru, Toñín y les vaques. Miajo evoca una foto de mi padre que siempre fue guiando mis pasos. Sí, mi padre envuelto en un capote, nevando, una foto en la que no se le reconoce. Una foto de alguien que se mete en lo complicado. >>seguir leyendo

Dos viejos amigos

Mete la salsa de menta en el microondas. Ya no sabe igual. Un verde apagado. El microondas que no calienta bien. Se quema los dedos para sacar el cuenco y luego está medio frío. Calienta también unos pedazos de cordero y se echa vino del que ha sobrado.

No es lo mismo, no.

Sería injusto achacar a las circunstancias ─aprovechar los restos de comida del fin de semana para parchear el almuerzo del lunes─ que no esté tan rico. La diferencia es que falta compañía.

La tarde noche del sábado la cocina vibraba con una actividad febril. Pelando patatas. Cortando cebolla. Picando hojas de menta fresca. Descorchando botellas de vino. Primero uno blanco, fresco, de aperitivo. Luego un Ribera del Duero, que estuvo respirando un tiempo. >>seguir leyendo